Comenzaremos por la más esencial de las normas de composición fotográfica: la regla de los tres tercios.
Ante todo aclarar el título, aunque digamos regla, no significa que "haya que hacerlo así", no es una ley, pero sí una referencia de mucho peso a la hora de componer. Es una adaptación de una proporción matemática llamada sección áurea, que proviene de la antigüedad. Infinidad de obras de arte, edificios, diseños (dni otarjetas de crédito) se ciñen a esta proporción.
Que no cunda el pánico, la adaptación para la fotografía es muy sencilla, su puesta en práctica requiere más experiencia, aunque mejorareis vuestras fotos probándolo.
Os habreis fijado en que la mayoría de las cámaras (analógicas o digitales) utilizan un sistema de enfoque que funciona cuando aquello que queremos fotografiar está en el centro de la imagen. Por otra parte, nosotros también tendemos a situar aquello que nos interesa fotografiar en el centro de la imagen. Estos dos factores hacen que la gran mayoría de fotos que hacemos sean iguales. Por otra parte, al situar el centro de interés (el sujeto de la foto) en el centro del cuadro, conseguimos una imagen extremadamente estática, en la que todo lo que está alrededor de estos dos centros pierde su importancia. Ya que no se crea ninguna "tensión" entre el centro de interés y el centro de la imagen.
Con la ley de los tres tercios, lo que se hace es dividir el cuadro (la superficie total de la imagen) en tres partes verticales y tres partes horizontales iguales, con lo que conseguimos 9 rectángulos de
la misma proporción, que además es la misma proporción que la imagen total. De estos 9 cuadrados nacen cuatro intersecciones, cada una de estas intersecciones será un punto de fuerza o de interés. Esto quiere decir que al encuadrar, aquello que situemos en una de estas intersecciones, generará una tensión moderada con el centro de la imagen, pruébalo.
Antes, pocas cámaras incluían esta "rejilla" y la división había que hacerla en la cabeza. Hoy por hoy, casi todas las cámaras incluyen esta función, con lo que podemos dividir nuestro visor o pantalla LCD de esta forma y empezar a probar.
En este otro ejemplo, situamos el interés de la imagen sobre dos puntos: rostro y manos, y comprobamos que aunque cambiemos a un formato más panorámico, funciona bien.
Cuando un paisaje tiene un horizonte muy definido, esta "rejilla" nos será muy útil, no sólo para alinear el horizonte, sino para acercarlo a la línea horizontal superior o la inferior, según nuestras intenciones.
Vela sense Límits |
¿Y si contradecimos la ley de los tres tercios? ¿y si situamos en el mismo punto el centro de interés y el geométrico de la imagen? ¿y si además colocamos el horizonte cerca de la mitad de la imagen? ¿qué pasará?: obtendremos una imagen estática, no por ello una "mala imagen", se puede romper esta regla, pero sabiendo qué obtendremos al hacerlo.
Vela sense Límits |
Evidentemente, no podemos aplicarla a rajatabla. Hay imágenes que se regirán por otros principios de composición, como el color, la textura, el contraste, etc, e incluso las hay que buscan desafiar las propias leyes de composición. Pero eso lo veremos más adelante.
Pero probad y experimentad, vereis que vuestras fotos ganan mucha fuerza expresiva con una norma tan básica
Bonita entrada...lo encontré googleando...
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